Si estás buscando un lugar cerca de Bogotá para desconectarte de la rutina, respirar aire puro y dejarte sorprender por la naturaleza, Suesca es el destino perfecto. Famoso por sus majestuosas rocas y paisajes imponentes, este municipio de Cundinamarca es mucho más que escalada: alberga algunas de las mejores rutas de senderismo del altiplano colombiano.

Camino en la vía ferrata, Suesca, Colombia
Hay senderos y vida en cada uno de ellos, ideales para todo tipo de persona.

Prepárate para descubrir caminos ocultos, vistas que te robarán el aliento y rincones perfectos para recargar energía en plena naturaleza. ¡Vamos! ¿Listo para caminar con propósito?

1. Virgen de la Z: un clásico con vista panorámica

La caminata a La Virgen de la Z es una de las rutas de senderismo más emblemáticas de Suesca. Se trata de un recorrido corto pero con inclinación moderada, ideal para quienes quieren un buen plan sin mucha exigencia física, pero con una recompensa visual increíble al llegar a la cima. El sendero comienza cerca del casco urbano y asciende por una vereda rodeada de vegetación nativa. A medida que subes, el paisaje se abre y puedes ver los tejados del pueblo, las montañas que rodean el valle y, en días despejados, incluso la sabana bogotana a lo lejos. En la cima te espera una figura de la Virgen María, ubicada estratégicamente en una formación rocosa que se asemeja a una “Z”, de ahí su nombre. Es un punto espiritual, fotogénico y lleno de energía, perfecto para descansar, respirar profundo y conectar con el entorno.

Virgen de la Z, Suesca, Colombia
Virgen de la Z, Suesca - Colombia

2. Ruta hacia los pictogramas: un viaje al pasado entre las Rocas de Suesca

Además de su imponente belleza natural, las Rocas de Suesca guardan un secreto ancestral: pictogramas indígenas que aún se conservan sobre la piedra, testimonio del paso de los muiscas, antiguos habitantes del altiplano cundiboyacense. Esta ruta es perfecta para quienes buscan un plan de senderismo corto con alto valor cultural. El recorrido bordea parte de la formación rocosa principal, donde es posible observar símbolos pintados en rojo ocre, representando figuras humanas, animales, y patrones geométricos. Aunque algunas zonas han sido afectadas por el paso del tiempo y la actividad humana, todavía se pueden apreciar varios fragmentos bien conservados. Es recomendable ir con guía local o con alguien que conozca el terreno, ya que algunos pictogramas están en zonas menos visibles. Además, es fundamental respetar y no tocar las pinturas, ya que hacen parte del patrimonio arqueológico de Colombia.

Pictogramas ancestrales en las Rocas de Suesca, testigos del tiempo en el corazón de Colombia.
Pictogramas ancestrales en las Rocas de Suesca, testigos del tiempo en el corazón de Colombia.

"La plataforma me dio la confianza para explorar un lugar que antes no me atrevía a visitar. Solo sugeriría mejorar la visibilidad de los pictogramas, ya que son difíciles de encontrar."

Nilson J Beltrán

3. La Luciérnaga: un rincón oculto junto al río Bogotá

Si lo tuyo es explorar lugares poco conocidos, esta ruta te va a encantar. La Luciérnaga es un pequeño paraíso escondido a orillas del río Bogotá, accesible a través de un recorrido único por la vía férrea que pasa justo frente a las Rocas de Suesca. El camino es diferente: vas siguiendo los rieles, entre vegetación, cantos de aves y con las imponentes rocas a un lado. No es un sendero marcado, sino más bien una caminata de descubrimiento. Después de unos 30 a 40 minutos, llegas a un claro junto al río, con árboles altos, sombra fresca y un ambiente que invita a quedarse. En el lugar hay una zona tranquila donde el sonido del agua y los rayos de sol filtrados entre las ramas crean una atmósfera mágica. La Luciérnaga es ideal para quienes buscan un plan alternativo, de baja dificultad pero gran valor emocional y sensorial. No es un sitio turístico tradicional, lo que lo hace aún más especial. Lleva buena hidratación, protector solar y, si puedes, una pequeña manta o hamaca para sentarte a disfrutar del momento.

Ruta de las Luciernagas en las Rocas de Suesca
Ruta de las Luciernagas en las Rocas de Suesca

"Es un lugar súper refrescante que transmite muchas paz, experiencia maravillosa!!"

Vanessa Rozo

4. El Mirador del Halcón: caminata por el Camino Real hacia las alturas

Para los que aman las vistas épicas y las caminatas con historia, la ruta al Mirador del Halcón es una experiencia imperdible. El recorrido parte por el antiguo Camino Real hacia Santa Rosa, una ruta tradicional usada durante siglos por campesinos y viajeros, que hoy se convierte en un sendero ideal para conectar con la esencia de Suesca desde lo alto. El ascenso es progresivo y atraviesa zonas rurales tranquilas, campos abiertos y veredas rodeadas de naturaleza. A medida que ganas altura, el paisaje se transforma hasta llegar al punto clave: un mirador natural en lo alto del cañón, donde puedes contemplar las Rocas de Suesca de frente, en toda su magnitud. Desde aquí, las formaciones se ven como una gran muralla de piedra que parte el valle en dos. El lugar recibe su nombre por los halcones que a veces sobrevuelan el área y por la sensación de vuelo que provoca mirar desde esa altura. Es un sitio perfecto para hacer fotografía, meditar o simplemente sentir lo pequeño que uno es frente a la inmensidad de la tierra.

Antiguo sendero ancestral: por aquí llegaron los españoles al corazón de Colombia
Antiguo sendero ancestral: por aquí llegaron los españoles al corazón de Colombia

"Gran experiencia dejando huella. 🌱"

Karla Barros

5. El Cañón de la Lechuza: naturaleza salvaje y silencio profundo

Cerramos este recorrido con una joya poco explorada y cargada de misterio: El Cañón de la Lechuza, uno de los escenarios más imponentes y tranquilos que ofrece Suesca para los amantes del senderismo auténtico y sin filtros. Esta ruta te lleva por caminos rurales y senderos poco transitados, hasta internarte en un cañón formado por enormes paredes de roca, vegetación densa y el eco constante del viento. El nombre proviene de las lechuzas que habitan la zona y que, con algo de suerte y silencio, puedes llegar a escuchar o ver durante el recorrido. A diferencia de otros caminos más conocidos, aquí el ambiente es silencioso, salvaje y profundamente introspectivo. Es un lugar para desconectarse de verdad: no hay señal, ni ruido, ni prisa. Solo tú, el cañón, y una sensación abrumadora de estar en un santuario natural.

Paso estrecho entre rocas cubiertas de musgo, hogar de lechuzas y silencio. Un rincón místico de Suesca.
Paso estrecho entre rocas cubiertas de musgo, hogar de lechuzas y silencio. Un rincón místico de Suesca.

"Excelente ruta, el recorrido es muy tranquilo y con vistas impresionantes, me encanta!!"

Vanessa Rozo